Soy un escarabajo que zumba y baila alrededor de su luz, y aunque me quemo y me ciega, su hechizo me impide alejarme hasta que finalmente, cansada, caigo…
Las lágrimas comienzan a aflorar junto con los pensamientos más profundos y poco a poco se alejan de mi interior y se hacen visibles en esta hoja de papel.
Y danzan en mi mente sus imágenes, la de aquel poderoso fuego que me atormenta y que aunque lo intento, de verdad lo intento, mi corazón se resiste a dejar ir… ese fuego que camina al lado de otra dama de la noche, iluminando su vida como en ese fugaz beso iluminó la mía. Ese señor de la música que con cada nota que teje apuñala mi alma, esas notas que alguna vez fueron mías, esas notas que me dieron la vida y ahora me matan poco a poco.
Y aún así mi alma se resiste a la idea que nuestros caminos sólo se cruzaron un momento, una vez, y que continuarán paralelos pero nunca juntos hasta el final; porque aunque el destino nos permita elegir, aunque con todo mi ser lo ame, así está escrito y así será… porque el destino lo quiso así… y porque sólo fui un compás en la sinfonía de su vida…
Elwing, soy Thanatos, ¿sabes algo de Quetzalcóatl?
ResponderBorrar¿Sabes si se encuentra bien fisicamente?
No lo comentes en el templo, ni con nadie porfavor.