
Hoy guardo silencio, pero cuando el momento llegue, me quemaré en mi dolor y cual un antiguo Fénix renacerán mis fuerzas, mi guerrera interior, y volaré, volaré lejos hasta que no seas más que un pequeño punto en la distancia, sólo un recuerdo que se entremezcle entre sueño y realidad.
Y así, junto al fruto de mi sangre seré libre, y así, tal vez así, despertar cada mañana deje de ser el inicio de una nueva pesadilla.
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