Demonio que trae
calma y tempestad. Un respiro que no es más que un suspiro de tranquilidad y de
felicidad, un minúsculo momento que contiene un compendio de sensaciones que
invitan a sentirse colmado de felicidad, producto del elixir que emana de tus labios
cuyo efecto al desvanecerse arrastra a un torbellino de inseguridades que
inunda, que rebalsa y que se olvida por completo al encontrarse nuevamente ante
el embrujo seductor de tu mirada.
Demonio incubo,
arrastrando a las tinieblas a tus presas con un breve soplo de tu aliento, con
un leve roce de tus labios, mostrando un mundo de libertades que nublan la
mirada y el juicio, envolviendo a tus víctimas con seductoras palabras hasta
tenerlas a tus pies, hasta convertirlas en nada más que instinto puro y
salvaje, indefensas ante tu presencia, esclavas voluntarias de tu cuerpo.
Doncellas se sacrifican ante tu místico encanto, y se dejan arrastrar con la
promesa de que les enseñes a volar… breve vuelo, que hace más larga y más
pesada la estadía en el suelo…
Te conozco
demonio, veo más allá de tus ojos, puedo ver el fuego en ellos, ese fuego que
me invita a bailar en una danza de lujuria. Y me dejo llevar, me dejo arrastrar
como otra de tus presas, como una simple doncella indefensa, porque te necesito
demonio, necesito tus brazos, necesito tu calor… pero te conozco, y una bruja
no es ingenua, conozco el precio de tus besos, y lo pago y lo acepto y doblo la
apuesta… hasta que el momento se selle, hasta que saciemos la lujuria y
reencontremos el camino de nuestros destinos, hasta entonces…
Te espero esta
noche demonio, como ayer, como aquella
primera vez, mi cama nos invita a unir nuestros cuerpos en un orgasmo
compartido, bruja y demonio, uno, por un momento, un breve momento en el que me
muestro humana e indefensa, en el que mi juicio se nubla, en el que sólo pienso
en ser feliz, en el que me convierto en tu presa cazada, sacrificada casi, a
tus pies…
Porque aunque te
conozco demonio, aunque no seas capaz de atarte y aunque mi corazón tenga dueño
irrevocable, yo te quiero…